Es el periodo más corto del proceso, es un periodo crítico porque es complejo e implica intervenciones terapéuticas que por lo general debe ser hospitalarias. La utilización de psicofármacos está indicada en la mayoría de los casos. Se fundamente en el manejo de la intoxicación aguda a las sustancias y la prevención o tratamiento de la abstinencia. La duración del periodo de desintoxicación oscila entre 15-45 días con una media de 30, esto va depender de la sustancia, el grado de intoxicación, el tiempo e intensidad de consumo, las comorbilidades médicas y psiquiátricas y el estado nutricional del individuo en cuestión. Las desintoxicaciones por alcohol y sobre todo opiáceos son prolongadas, puesto que la aparición de abstinencia puede ser tardía y prolongada. La utilización de psicofármacos en esta fase está encaminada más que todo a la prevención y manejo de la abstinencia (sustituto terapéutico).
Objetivos del tratamiento
Rehabilitar es un termino para describir la acción de “habilitar de nuevo o restituir a alguien o algo a su antiguo estado”, en este caso a su sano juicio (sin la perturbación de las drogas psicoactivas) psicológicamente, a la familia y la sociedad, es una forma de rehabilitación psicosocial. Esta fase se fundamenta en que el paciente comience a vivir sin la necesidad de la droga, y vuelva a sus actividades previas, que cambien sus estructuras mentales y de comportamiento las cuales lo lleven al cambio. Se divide fundamentalmente en dos procesos terapéuticos bien delimitados, la deshabituación y la reeducación. La fase de rehabilitación es de duración mediana, va a variar dependiendo el programa que se utilice y el país donde se realice, pero oscila en nuestro medio de 1-2 años, por lo general se realiza en internación ya sea en una clínica de adicciones o en una comunidad terapéutica, la desinternación se va dando de forma progresiva en un proceso terapéutico llamado hospital día.
Es el proceso terapéutico específico en que se ayuda al paciente a vivir libre de droga, a que no necesite la droga ni para estar bien, ni para obtener placer, tampoco para evitar el dolor adaptativo de la vida y sus limitaciones personales; lo que se quiere es que el paciente centre sus energías en cultivar otras actividades. Los psicofármacos en esta fase están indicados para controlar los síntomas psicológicos que llevan al consumo, como la ansiedad, la tristeza, la frustración, el insomnio entre otras. También existen algunos medicamentos desarrollados en la actualidad denominados “Anticraving” que disminuyen sustancialmente el deseo intenso e irresistible de consumo de sustancias, pero estos tiene una limitante importante que los disponibles en el mercado no son afines a todas las sustancias psicoactivas (no sirven para prevenir el Craving en todas las sustancias, ni con la misma eficacia), y es un área clínica aun en desarrollo con mucho potencial futuro.
Este proceso terapéutico complementa al anterior y se centra en generar cambios profundos en los estilos de vida y hábitos psicosociales del paciente, la palabra es reeducar, (volver a educar), se supone que la persona aprendió de forma errada sus hábitos y esto lo llevo al consumo y su perpetuación, al cambiar de hábitos al enseñarles hábitos más saludables basados en valores morales, conducta prosocial y disciplina, se puede obtener la recuperación y el mantenimiento. El paciente adicto convierte su vida en un andamio o estructura solo para facilitar el consumo, y para vivir en él, comportamientos irresponsables (en el trabajo el hogar con los hijos), delinquir, robar, dormir en el día y estar despierto en las noches, es ingobernable ante las normas sociales de convivencia, se torna posesivo egocéntrico, mentiroso entre otros efectos de carácter. La subcultura que se forma alrededor de las drogas siempre ira en contra vía de la normas sociales de convivencia adecuadas, por tal motivo en cuanto el paciente se adentra mas en dicha subcultura mas se aleja de la sociedad, por lo que en estados graves de evolución terminan siendo mal llamados “desechables”.
Esta fase es la definitiva para alcanzar la mejoría completa y duradera ante la enfermedad. Comienza una vez termina la rehabilitación y dura en promedio 4 años. Se caracteriza por el mantenimiento de la abstinencia (entiéndase en este caso abstinencia como cero consumo), la perpetuación y fortalecimiento de las habilidades reaprendidas, para generar cambios neurológicos y psicosociales perdurables que garanticen la abstinencia.
El paciente debe continuar en controles por psiquiatría y con psicofármacos si es pertinente, psicoterapias individuales y grupales. Los pacientes se les recomienda que asistan a los grupos de apoyo terapéutico como alcohólicos y narcóticos anónimos. De aquí se extrae un adagio muy popular en adicciones “los grupos de apoyo son para los adictos, como la insulina para el diabético”.
Es la fase final del proceso, pero la más extensa y prolongada; entiéndase que la adicción es una enfermedad crónica (para toda la vida, al igual que otras patologías como la hipertensión y la diabetes), por tal motivo requiere tratamiento de mantenimiento para toda la vida. Comienza después de 4 años y es indefinida, se interrumpe solamente con una recaída (volver al consumo). Se caracteriza por poner en práctica lo aprendido en la recuperación, muchos pacientes en esta fase ya han vuelto a integrarse casi en su totalidad a la sociedad (tiene un trabajo, una familia, hijos y estabilidad emocional). Muchos pacientes aun requieren asistir al psiquiatra, recibir psicofármacos y continuar en terapias individuales y/o grupales, lo que si se considera indispensable en el proceso es el asistir a los grupos de apoyo terapéuticos antes mencionados.
Nota: los pacientes que padecen de patología dual, deben continuar en controles con psiquiatría, tratamiento con psicofármacos terapia individual y/o grupal y asistir a grupos de apoyo de forma indefinida.
C OLLOQUIO MOTIVAZIONALE
TERAPIA INDIVIDUALE (COGNITIVA /PSICODINAMICA)
TERAPIA GRUPPALE
TERAPIA OCCUPAZIONALE
TERAPIA RICREATIVA E SPORT
TERAPIA FAMILIARE
TERAPIA DI AA E NA